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Cómo disfrutar de tu terraza aunque haga mucho viento

Tener una terraza es, sin duda, uno de los mayores placeres de una vivienda. Es ese espacio que conecta con el cielo, con el aire libre, y que invita a la pausa, al encuentro y al disfrute de la luz natural. Pero cuando el viento se intensifica, sobre todo en zonas altas, abiertas o costeras, ese espacio tan preciado puede volverse incómodo o incluso inutilizable durante gran parte del año.


Por eso, la clave está en encontrar soluciones que protejan del viento sin renunciar al diseño, la amplitud ni la conexión visual con el exterior. En este artículo exploramos las mejores soluciones para terrazas expuestas al viento, analizando distintos tipos de cerramientos al aire libre, adaptables a distintas formas, dimensiones y estilos arquitectónicos.


Entender el viento en la arquitectura doméstica


No todas las terrazas sufren el viento de la misma manera. Existen variables que condicionan la intensidad y frecuencia del viento en un espacio exterior: la altura del piso, la orientación cardinal (las orientadas al norte o suroeste suelen ser las más expuestas), la configuración del entorno urbano (bloques cercanos, arbolado, pasajes de viento) y la geografía del lugar, sobre todo en entornos costeros o elevados.


Comprender estas variables es clave para decidir qué tipo de cerramiento resulta más eficaz. A veces, un diseño completamente abierto se vuelve inviable en la práctica, y lo que en teoría parecía ideal se convierte en una fuente constante de incomodidad térmica o sonora. Por eso es esencial intervenir con inteligencia, sin alterar la esencia del espacio ni su funcionalidad original.


terraza con mucho viento

Cerramiento abatible: protección flexible y discreta


Uno de los sistemas más valorados por su equilibrio entre protección y apertura es el cerramiento abatible con cortina de cristal. Este tipo de sistema está compuesto por paneles de vidrio sin perfilería vertical, que pueden plegarse y deslizarse lateralmente, permitiendo abrir parcial o totalmente el espacio según las condiciones climáticas o las preferencias del momento.


Durante los días ventosos, los paneles ofrecen una barrera transparente eficaz contra las corrientes de aire, sin oscurecer ni interferir con la vista. Cuando el clima es amable, se pueden plegar por completo, recuperando la sensación de terraza abierta al exterior.

Este sistema es especialmente útil en terrazas de mediano o gran tamaño, en edificios altos o en viviendas modernas donde la estética minimalista y la continuidad visual son fundamentales. Al no requerir perfiles intermedios, el resultado es una solución elegante, ligera y altamente funcional.


Además, el cristal utilizado en estos sistemas suele ser templado o laminado, lo que garantiza una resistencia notable frente al impacto y a las diferencias térmicas, al tiempo que mejora el aislamiento acústico sin comprometer la luminosidad.


Porche acristalado: la solución integral para todas las estaciones


Cuando se busca crear un espacio exterior verdaderamente habitable durante todo el año, el porche acristalado ofrece una solución completa, sin perder el vínculo con la luz ni con el entorno natural. Este sistema combina un techo motorizado de vidrio, que se puede abrir o cerrar en función del clima, con cortinas de cristal verticales retráctiles, stores enrollables y un suelo técnico de madera ipe, resistente al paso del tiempo y a la intemperie.


El resultado es un espacio que se adapta con fluidez a las distintas estaciones del año, ofreciendo protección frente al viento, el sol, la lluvia o el frío. Durante los días más ventosos, el cerramiento permite un aislamiento completo; en primavera o verano, puede abrirse parcial o totalmente, dejando que el ambiente exterior vuelva a formar parte del espacio habitable.


Este tipo de cerramiento es ideal para viviendas unifamiliares o áticos con terrazas amplias, donde el objetivo es crear una estancia extra —como un comedor exterior, un salón de descanso o un rincón de lectura— que mantenga la sensación de apertura y naturaleza, pero con las comodidades de un ambiente interior.


Su integración estética es impecable: los materiales nobles como el cristal, la madera y los acabados técnicos permiten mantener la línea visual de la vivienda sin interrupciones, elevando la calidad arquitectónica del conjunto.


Cerramiento mixto: equilibrio entre funcionalidad y estilo


El cerramiento mixto combina elementos de protección fija con soluciones móviles, ofreciendo un punto medio ideal para quienes buscan proteger su terraza sin transformarla completamente en un ambiente cerrado. En este sistema, el techo fijo de vidrio laminado con acabado mate filtra la luz sin provocar deslumbramientos, mientras que las cortinas de cristal abatibles permiten controlar la apertura según el momento del día. El suelo de resina sintética imitación madera aporta calidez estética y gran durabilidad.


Este tipo de configuración es especialmente recomendable en terrazas de tamaño medio, ubicadas en pisos intermedios o viviendas con fachada protegida del sol pero muy expuesta al viento. También funciona muy bien como comedor exterior, zona de estar o ampliación semiexterior del salón principal.


Además, su diseño modular permite una instalación eficiente y adaptable, reduciendo los tiempos de obra y maximizando el aprovechamiento del espacio. El cerramiento mixto ofrece una atmósfera acogedora y funcional, sin renunciar a la transparencia ni a la estética general de la vivienda.


Cerramiento tipo sándwich: aislamiento total para entornos extremos


En los casos más exigentes —terrazas expuestas a vientos muy fuertes, ruidos urbanos constantes o condiciones térmicas extremas—, el cerramiento tipo sándwich se presenta como una opción robusta, altamente aislante y estructuralmente avanzada.


Este sistema utiliza paneles sandwich de 82 mm, que incluyen capas de aislamiento térmico y una teja acústica de caucho en la cubierta, pensada para mitigar el impacto del ruido provocado por el viento o la lluvia. En la parte vertical, incorpora cortinas de cristal abatibles, que permiten una apertura parcial o total sin perder hermeticidad. El suelo de resina encapsulada en acabado gris, resistente al desgaste, completa el conjunto con una estética neutra y contemporánea.


Este tipo de cerramiento es ideal para viviendas en zonas de clima extremo o en entornos urbanos muy expuestos, donde el objetivo no es solo protegerse del viento, sino también mejorar el aislamiento térmico, acústico y estructural de la vivienda. Es una solución pensada para transformar la terraza en un espacio verdaderamente funcional y confortable, que actúe como un salón adicional completamente integrado.


Elegir el cerramiento ideal: cada terraza es única


La elección del cerramiento adecuado no puede abordarse con soluciones genéricas. Cada terraza presenta una combinación particular de dimensiones, forma, uso previsto, orientación y estilo arquitectónico, y esa singularidad debe guiar la decisión.


Por ejemplo, una terraza pequeña y expuesta en un edificio alto puede beneficiarse de un sistema abatible que no recargue el espacio visualmente. En cambio, una vivienda unifamiliar con terraza orientada al jardín puede aprovechar un porche acristalado como ambiente adicional para todo el año. En contextos más duros, el cerramiento tipo sándwich ofrece un nivel de protección estructural superior, mientras que el cerramiento mixto permite modularidad y estilo sin cerrarse completamente al entorno.


Además, factores como el pavimento, los acabados interiores, la continuidad visual con el resto de la casa y el uso proyectado del espacio (ocio, comedor, descanso, trabajo) también deben entrar en juego. Por ello, es fundamental contar con asesoramiento técnico especializado y soluciones adaptables como las que ofrecen los cerramientos al aire libre de Hazul, desarrollados para integrarse en todo tipo de proyectos arquitectónicos sin comprometer diseño ni funcionalidad.


El viento no debe robarte tu espacio


El viento puede ser un desafío, pero también una oportunidad para mejorar, repensar y rediseñar los espacios exteriores. Con un enfoque arquitectónico bien pensado, es posible convertir una terraza expuesta en un verdadero oasis de luz, calma y confort, sin renunciar a la belleza ni a la esencia del lugar.


Ya sea con soluciones abatibles, porches acristalados o sistemas de aislamiento más complejos, lo importante es intervenir de forma coherente con la vivienda, adaptada al clima y pensada para el bienestar. Así, el viento deja de ser un obstáculo y pasa a formar parte del paisaje, visto —pero no sentido—, desde el abrigo transparente de un cerramiento bien diseñado.

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