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Pérgola bioclimática y de madera: Diferencias


Diseñar un espacio exterior confortable implica elegir soluciones que combinen estética, funcionalidad y durabilidad. Entre las más populares destacan la pérgola bioclimática y la pérgola de madera, dos alternativas que, aunque a primera vista puedan parecer similares, responden a necesidades muy distintas. Conocer las diferencias, ventajas y contextos ideales de cada una es clave para acertar en tu inversión.


En este artículo analizamos a fondo qué distingue a una pérgola bioclimática de una pérgola de madera, cuándo conviene instalar una u otra y por qué cada opción aporta un valor diferente al espacio exterior.


Pérgola bioclimática madera: una comparación necesaria


El término pérgola bioclimática de madera suele generar confusión porque muchos usuarios asocian ambas opciones como si fueran compatibles o equivalentes. Sin embargo, una pérgola bioclimática se fabrica casi siempre en aluminio reforzado o en materiales metálicos de alta resistencia, mientras que las pérgolas de madera responden a un concepto más tradicional, basado en lo natural y artesanal.


La comparación entre ambas opciones se debe plantear desde tres enfoques principales:

  • Tecnología y control climático.

  • Durabilidad y mantenimiento.

  • Estética y armonía con el entorno.


Diferencias entre pérgola bioclimática y pérgola de madera


1. Materiales y estructura


  • Pérgola bioclimática: fabricada en aluminio de alta resistencia, con pilares sólidos y travesaños reforzados. Su diseño está pensado para integrarse en viviendas contemporáneas, chalets o espacios comerciales.

  • Pérgola de madera: construida con madera tratada para exteriores (como pino, iroko o teca). Aporta calidez y una estética natural, ideal para jardines de estilo rústico o mediterráneo.


2. Regulación del clima


  • Bioclimática: sus lamas móviles permiten orientar la entrada de luz, ventilación y protección contra lluvia. Modelos como los de pérgolas bioclimáticas de Hazul, permiten girar las lamas hasta 135° o incluso retraerlas hasta un 75%.

  • Madera: no incorpora mecanismos móviles. Su función principal es dar sombra parcial y crear un ambiente acogedor, pero no ofrece regulación climática activa.


3. Estética


  • Bioclimática: líneas rectas, minimalistas y modernas, adaptadas a la arquitectura actual. Puede incluir extras como iluminación LED o cerramientos de cristal.

  • Madera: transmite naturalidad y calidez, pero con limitaciones en integración en entornos urbanos o diseños de vanguardia.


4. Durabilidad y mantenimiento


  • Bioclimática: máxima resistencia a la intemperie y larga vida útil gracias a materiales metálicos y acabados anticorrosión. Mantenimiento mínimo.

  • Madera: requiere tratamientos periódicos contra humedad, insectos y radiación solar. Su durabilidad depende del tipo de madera y del cuidado que reciba.


5. Inversión económica


  • Bioclimática: inversión más alta al inicio, compensada por tecnología, automatización y durabilidad a largo plazo.

  • Madera: precio inicial más económico, pero con costes acumulados en mantenimiento y menor vida útil.

pergola bioclimatica madera

Cuándo es ideal una pérgola bioclimática


Las pérgolas bioclimáticas representan la opción más avanzada para quienes buscan un espacio exterior versátil, moderno y con control absoluto sobre el clima. Son ideales en estos casos:


  • Viviendas unifamiliares y chalets modernos. Espacios que requieren una solución integrada a la arquitectura.

  • Negocios de hostelería y restauración. Permiten ofrecer confort en terrazas durante todo el año.

  • Propiedades urbanas con terrazas reducidas. Su diseño elegante optimiza el espacio y mejora la funcionalidad.

  • Usuarios que priorizan durabilidad y mínima necesidad de mantenimiento.


Entre sus beneficios destacan:


  • Control climático avanzado. Ajuste de luz y ventilación en cualquier momento del día.

  • Automatización tecnológica. Sistemas de motorización de calidad como SOMFY, TELECO o CHERUBINI.

  • Complementos de confort. Iluminación LED integrada y cerramientos de cristal que convierten la pérgola en un espacio habitable en cualquier estación.

  • Valor añadido a la propiedad. Revalorización del inmueble al mejorar estética y funcionalidad.


Cuándo elegir una pérgola de madera


Las pérgolas de madera siguen siendo una opción apreciada cuando el objetivo es priorizar el carácter natural por encima de la tecnología. Resultan adecuadas en estos escenarios:


  • Jardines de estética rústica o mediterránea. La madera se integra con vegetación y paisajismo tradicional.

  • Espacios donde se busca un ambiente cálido y acogedor. Ideal para crear zonas de relax y reunión.

  • Usuarios que prefieren materiales naturales. Aunque con más mantenimiento, la madera transmite autenticidad.

  • Presupuestos más ajustados. Si no se requiere tecnología avanzada, la pérgola de madera ofrece sombra básica a menor coste inicial.

En este caso, los beneficios son más emocionales y estéticos que funcionales:

  • Belleza natural y atemporal. La madera nunca pasa de moda.

  • Flexibilidad en el diseño artesanal. Posibilidad de integrar celosías, plantas trepadoras o techos de cañizo.

  • Sensación de refugio. Perfecta para generar un ambiente íntimo y relajado.


Innovación y personalización con Hazul


La pérgola bioclimática de Hazul va más allá de ser una simple estructura de sombra. Se trata de un sistema inteligente que convierte cualquier terraza o jardín en un espacio disfrutable los 365 días del año. Algunas de sus características más destacadas incluyen:


  • Lamas orientables hasta 135° en el modelo orientable.

  • Apertura retráctil de hasta un 75% en el modelo dinámico.

  • Motorización silenciosa y fiable.

  • Cierre con cortinas de cristal, que amplían la funcionalidad en invierno.

  • Opción de rellenar lamas para mayor aislamiento térmico y acústico.


Este tipo de sistemas representan la evolución de las pérgolas tradicionales hacia soluciones tecnológicas adaptadas a los nuevos estilos de vida.


Diferencias clave resumidas


  • Tecnología: la bioclimática ofrece regulación climática activa; la de madera es estática.

  • Mantenimiento: la bioclimática casi no requiere cuidados; la madera sí.

  • Durabilidad: el aluminio resiste décadas; la madera depende del cuidado.

  • Estética: moderna y minimalista frente a natural y rústica.

Precio: mayor inversión inicial en la bioclimática, más económica la de madera a corto plazo.

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